Por fin quietas, sus manos habían quedado
en una posición extraña, sobre su regazo.
Heridas he inmóviles, ya no acusarían.
Cuando entró en la habitación, y la vió mirándolo,
supo que lo habia reconocido y lo que tenía que hacer.
Llamó al timbre, llegaron los enfermeros, a curar y
vendarle las manos, a la dolorida anciana.
Nadie comprendía, quién podia haber hecho tal salvajada.
Mientras se abría una investigación, le encomendaron,
que nadie se acercara a la pobre mujer.
Desde luego no lo consentiría, pensaba,
mientras apretaba con fuerza,
la piedra en su bolsillo,
y miraba,
a la indefensa
anciana muda.
9 comentarios:
Hola, ya hace tiempo que no me paso, cosas de estar gris.
Este microrrelato, es uno de los que mandé a la Ser, y que por supuesto, no eligieron, de todas formas yo sigo insistiendo.
Besos.
Hola Isis, hace tiempo que no pasaba por aquí porque no se actualiza tu blog en mi lista y no me entero cuando publicas.
Me gusta este relato es muy bueno y me encanta la forma que tienes de contarlo. Es breve, concisa y profunda.
Te deseo lo mejor para este 2012.
Un fuerte abrazo, Isis.
P.D.Pasaré más a menudo, por si publicas. No dejes de escribir, me encanta como lo haces, sea en prosa o en verso.
ISIS pues ellos se lo pierden me refiero a los de la Ser. Es precioso y como dices insiste, que ya sabes que al menos los amigos te seguimos y leemos. Un beso.
Hola Atenea, en el blog de Ahora, y Siempre, Bruja, suelo dejar un enlace, con la fecha, cada vez que escribo aquí algo, porque no sé que pasa pero éste no se actualiza, en ningún sitio, y lo hé intentado todo, pero nada, los duendes de internet.
Besos.
Hola Rafa, gracias por los piropos sobre el relato, y la verdad es, que sí, la Ser se lo pierde, aunque escribe tanta gente y tan bién, que hace poco que he empezado ha mandar relatos, el no ya lo tengo.
Un beso.
ánimo, que está muy bien.
saludos
Hola José Antonio del Pozo, gracias por los ánimos.
Seguramente, ni me llamaran ni los publicaré en papel, pero me distraigo de los problemas.
Y encima pasais a saludarme, creo que no puedo pedir más.
Besos.
Hola Isis, me he permitido el lujo de darme una vuelta por tu casa y me he sentido muy cómoda, con tu permiso, me quedo contigo, así podré seguirte.
Besitos.
Gracias por pasarte Rosi, ya sabes que puedes considerarte como en tu casa, mis puertas siempre están abiertas.
Besos.
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