Al alba, desperté en tus brazos
Fuertes, dulces, protectores
Como amantes primerizos
Enlazados en la hiedra
Sin secretos que mostrar
Ni días errantes, ni pasiones lejanas
Sin principio, sin final
Tu sonrisa, resbalando por mi cuerpo
Dispersando mil temores agoreros
Haciendo volver al río
A su cauce olvidado
Convocando un sortilegio
Y la sirena saliendo del mar
Hacia tierra adentro
Con tus besos y caricias
Y esos silencios, que gritan tu amor
Esos ojos que reflejan la forma del paraiso
Al mostrarme ese jardín de plantas
Flexibles y florecientes
Que al madurar
Dan nectar a mis sentidos
Llegó mi primavera
Repleta de mil sueños y colores
Surcada de riachuelos entre montañas
Y, en los despertares, de madrugada
Cientos de gotas de rocio
Acariciando nuestros cuerpos
Enredados en suspiros.
5 comentarios:
Aunque no soy muy poeta, me gusta leer cosas bonitas.
Te animo a que continúes esto que has empezado, de momento con acierto.
Saludos.
Isis tanto tu hermana Lasafor como tú con esa pluma que tenéis para hacer poesía, estáis capacitadas para crear cualquier cosa que os propongáis referente a la literatura. Seguid en esta línea. Besos.
bonito Isis.
Felicitaciones.
Mucha gracias a los tres, por lo ánimos.
Pero sobre todo por paearos por aquí.
Quise decir pasearos.
Dichoso móvil.
Un abrazo.
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