Como te añoro...
Te cogía, te acariciaba
y te encendía, con pasión
ardíamos los dos juntos,
intentando que nuestro encuentro
perdurara en la fusión.
Solo duraba minutos.
Y cada vez, te deseaba más.
Ahora, que te he alejado
añoro...
esa delgadez extrema,
el contraste, de ese rojo fuego
con la blancura de nieve.
Y la llama... esa llama
que me llevaba al extasis.
Después de tantos años
debo dejarte, olvidarte.
Viviras en mi recuerdo
y cuando te vea
me alejaré de tí
cada vez con más énfasis.
Con menos añoranza,
mis manos dejaran de desearte,
mis labios y mi mente también
y con el tiempo, solo recordaré,
que un día, te cogía y te encendía
y mis labios exalaban
el humo... de mi cigarro.
1 comentario:
Qué bonito es amar, pero nunca se olvida del todo, si amaste de verdad los recuerdos se tornan eso...añoranza.
Publicar un comentario