Niña de agua dulce
que se convirtió en salada,
en lago de aguas turbias
y remolino de penas.
La luz de tu mirada
de colores nocturnos,
se mece suavemente
al amparo de la luna.
Reflejos de luz, que trae el viento,
como rayos misteriosos
de llamas ardientes,
en la noche de silencios.
Tu memoria, adornada
de enredaderas en flor,
absorta en el triste tintinear
de estrellas y luceros.
Esparcida en mil recuerdos
saldrá, con nuevas fragancias
buscando el amor,
en el viento susurrante.
Y en tu noche, brillara la luz
de cientos de luciernagas,
que marcaran tu camino
mientras tu amaneces.