Siento tus brazos amorosos
rodeando mi cuerpo.
Noche de complicidades
que el día desvanece.
Cuando llega el alba
Soy como hojas de otoño
en un suave remolino,
de pasiones prohibidas
que tus latidos mueven.
Cuando llega el alba
Si pudiera conservar la noche,
y que nunca amaneciera,
conjurando al sol
para que solo la luna existiera.